sábado, 16 de enero de 2010

Nueva distribución de periodos de clases inspirada en el modelo educativo francés


En el país vecino, los alumnos tienen cuatro periodos de vacaciones durante el curso, aunque cuentan con menos días en verano.


P. C. Zaragoza

La distribución de trimestres propuesta por los representantes del profesorado en el Consejo Escolar de Aragón pretende que en lugar de esperar hasta Semana Santa para acabar el trimestre, los alumnos tengan una semana sin clase a finales de marzo. Después, cuando llegue la Pascua, contarían también con los días festivos: Jueves y Viernes Santo. Esto haría que los trimestres fueran iguales todos los años y no dependieran de cómo cayera esa festividad religiosa.







No obstante, en el caso de que Semana Santa fuera a finales de marzo o a principios de abril, los días de fiesta sí se unirían al Jueves y Viernes Santo. Esto es lo que ocurriría con el calendario de este año: se darían cinco días de fiesta antes del Jueves y Viernes Santo porque caen a principio de abril.







Estos cambios tienen como inspiración de fondo el particular sistema francés en el que a cambio de un descanso estival más corto, acotado a los meses de julio y agosto, los estudiantes tienen derecho a cuatro descansos largos durante el curso. El primero se produce en otoño entre finales de octubre y principios de noviembre, 10 días conocidos como la Toussaint (las vacaciones de Todos los Santos), que son comunes a todo el país. En las fechas navideñas, todas las escuelas cierran 15 días, entre el fin de semana más próximo al 25 de diciembre y el posterior a fin de año. El día de Reyes es lectivo.







Distinta distribución



El hecho diferencial se produce en los dos periodos de vacaciones posteriores: 15 días en febrero o principios de marzo y otros 15 en primavera que, en aras de la laicidad del Estado, se programan sin incluir los días de la Semana Santa. En estas quincenas, los días de fiesta dependen del área geográfica en la que se encuentre el centro educativo, y además varían de un año a otro de forma rotativa.







Así, la llamada semana blanca -en realidad dos semanas- de los escolares de la región parisina y de Burdeos, que pertenecen a la zona C, no coincide nunca con la de la zona A (centro y suroeste del país) ni con la de la zona B (norte y sureste). Lo mismo ocurre entre finales de marzo y abril.


Para conciliar vida familiar y laboral, los Ayuntamientos organizan un servicio de acogida que es de pago. Gracias a la semana de 35 horas laborales, muchos franceses pueden acumular más días festivos al año que el resto de los europeos.

(La foto es de la exposición de Origami del año pasado)

No hay comentarios: